El ambiente acogedor y la decoración de las habitaciones realmente crean una atmósfera agradable.

La ducha no tenía puerta, lo que hacía que la cortina se adhiriera a mí mientras me duchaba, resultando incómodo.

La habitación era amplia y cómoda, pero el

baño un poco estrecho dificultaba el uso. Agradecí la atención de Isabel y su hijo, que hicieron que nuestra estancia fuera muy cálida. La ubicación es excelente, cerca del tranvía y del río. Definitivamente repetiría.

Qué delicia el pescado fresco! Explorar los restaurantes cercanos como Casa do Sabor Caseiro y O Tosco fue un gusto para mis papilas. Además, la cocina está super equipada, perfecta para preparar algo rico. La atención de Isabel y su hijo fue un gran plus, haciéndome sentir como en casa.

Ahora, el baño. ¡Qué curioso tener que hacer acrobacias para usar la ducha! Si eres un poco más grande, te podrías sentir un poco apretujado. Mejor evitar la habitación 7 si tienes problemas con espacios angostos. La habitación 8, que es más amplia, se veía mucho mejor.

cocina amplia equipada, ubicación entre paradas de metro, tranquilidad por la noche

Las instalaciones requieren un mantenimiento urgente!!! La cortina de la ducha es incómoda y los muebles son mal diseñados. Un armario excesivamente grande en el baño no tiene sentido. Un poco más de funcionalidad sería ideal.

La cocina está completamente equipada y la decoración da un ambiente muy relajante. La ubicación, con el tranvía a pocos pasos, es perfecta para explorar la zona. Solo un pequeño detalle, el baño podría tener un espejo para mayor comodidad.

la habitación era amplia y cómoda, el personal fue muy amable. el único inconveniente fue que el aparcamiento requiere un poco de gestión.

La habitación era luminosa y cómoda, realmente disfruté la cocina compartida super equipada, todo muy limpio y organizado. La tranquilidad del lugar por la noche fue perfecta para descansar. El acceso al tranvía desde la puerta facilitó explorar la ciudad, ¡fue muy práctico!

Sin embargo, noté que el baño era un poco estrecho y no había espejo, lo que era un inconveniente. Además, la ducha no contaba con puerta, solo una cortina que se adhirió a mí mientras me duchaba, lo que resultó incómodo.

La habitación era espaciosa y cómoda, con una cocina compartida muy bien equipada. La tranquilidad del lugar facilitó el descanso, y la proximidad al tranvía facilitó el transporte. Sin embargo, el baño era algo estrecho, y la ducha sin puerta resultó incómoda. Además, el aparcamiento requería algo de gestión, lo que puede ser un inconveniente para algunos.

una experiencia agradable pero con pequeños detalles que mejorar

La decoración del lugar es excepcional, creando un ambiente único y acogedor. La atención del personal hizo sentirnos muy bienvenidos y cómodos durante toda nuestra estancia. Además, disfrute de la impresionante vista al río, que realmente añade un toque especial al lugar.

Sin embargo, la ducha podría beneficiarse de una puerta en lugar de una cortina, ya que la cortina se adhiere al cuerpo.